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Mi enfoque

 

Tenía una enorme curiosidad por saber y comprender cómo funcionaba el comportamiento de los seres humanos, por ello decidí elegir la psicología como camino de profesión y con el paso se convirtió en una vocación.

 

Durante mis estudios universitarios me daba cuenta que no siempre era fácil reconocer cuando algo no iba bien, circunstancias que inquietan, hechos que nos confunden, estados de ánimo que impiden sentirnos contentos, confiados ¿Y a mí, qué me pasa? ¿Qué situación tan dura y traumática bloquea mi energía vital? ¿Mis deseos? ¿Qué decisión o evento me ha llevado al punto donde ahora me encuentro? Estas preguntas han estado presentes en mis pacientes constantemente y aunque se expresen indistintamente, la mayoría sabe o siente que hay un dolor insuperable. Bajo esas circunstancias cada uno pretende resolver sus problemas desde su experiencia habitual, a veces funciona aunque muchas otras no, en esos momentos es cuando las personas llegan a la terapia, con la necesidad de encontrar ayuda, de saber cómo y por qué se encuentran así, no obstante, no es posible hacer una valoración y una medida que cure a todos por igual, cada persona requiere sus propias soluciones… y entonces? ¿qué es lo que hace la terapia psicológica? La terapia psicológica ayuda a resolver los conflictos que nosotros mismos no podemos comprender, es el impulso que nos enfrenta con nuestros sentimientos confundidos, nuestros pensamientos desordenados. Existen muchas maneras de interpretar los principios de la niñez, de la familia, la falta de algo, las enfermedades, las separaciones; el proceso terapéutico tiene como principio descubrir individualmente cómo y por qué nos afecta tanto lo que nos pasa, somos nosotros mismos los que aprendemos a entender conscientemente nuestro origen y nuestro pasado.

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La terapia es como la brújula que guía nuestros pasos y nos enseña a salir de una manera cuidadosa y sana de caminos oscuros y complicados.

 

Mi enfoque consiste en estar cerca del dolor de las personas, ayudar a entender y atender sus necesidades, sanar sus heridas, colaborar para que puedan reencontrarse consigo mismas  desde el amor, el respeto, reconciliarse con su pasado, su presente, saber que existen soluciones y que se puede llegar a ellas por vías distintas a las conocidas.

 

La terapia es un recurso que transforma a las personas y les ofrece la capacidad de ser felices casi en cualquier circunstancia, mi enfoque es centrar su  dolor, su pena, darle el significado que el paciente se resiste a ver, vivenciar el origen y reestructurar el sentido del sentimiento. Sanar las heridas, cuidarse, aceptar que la historia personal requiere una fortaleza y convicción hacia el bienestar.